A la hora de hacer deporte es importante conocer el cuerpo para poder prevenir las rozaduras. En ocasiones, su aparición en determinadas zonas tiene más que ver con el tipo de cuerpo de cada uno que con la talla del deportista. Afortunadamente, con las prendas deportivas y las técnicas adecuadas, se pueden evitar estos roces tan incómodos. Así, será más fácil llevar a cabo el entrenamiento sin preocupaciones por las irritaciones en la piel.
3 consejos para decir adiós a las rozaduras
Para prevenir las rozaduras y despedirse para siempre de ellas hay que tener en cuenta en qué parte del cuerpo salen y el motivo por el que se producen. Habitualmente, coinciden con las costuras de la ropa y en las zonas propensas a la fricción, como las axilas, los muslos y las ingles. Aunque este tipo de irritaciones se asocian a las personas con sobrepeso, la realidad es que todos los deportistas pueden sufrirlas. El deporte que se practique y la zona donde se acumule el sudor tienen una gran importancia.
Elegir la ropa en función del deporte que se practica
Uno de los aspectos vitales para prevenir las rozaduras es contar con los complementos adecuados. Es común ver a deportistas que acuden al gimnasio con ropa de gym que no está hecha para los ejercicios que van a realizar. Esto puede provocar que las costuras de las prendas, junto con el sudor, causen las primeras irritaciones en la piel.
Otro aspecto para tener en cuenta a la hora de elegir la ropa, es que hay que evitar las prendas que acumulen la humedad. En este caso, la ropa de algodón es la peor. Las telas diseñadas para dispersar la humedad se convierten en las mejores aliadas del deportista.
Proteger las zonas del cuerpo más propensas a sufrir rozaduras
Para prevenir los roces de los muslos, lo mejor es optar por unos leggins o unas mallas de compresión. Es posible utilizar otro tipo de prendas como, por ejemplo, pantalones cortos y anchos. Lo más importante es que con la selección que se haga, se considere el tejido de la prenda. Los que estén libres de costuras en la zona de los muslos son los más adecuados.
En cuanto a la ropa interior, de nuevo es mejor evitar el algodón y optar por las prendas que capilaricen la humedad. Para ello, lo mejor es seleccionar combinaciones de productos sintéticos. Esto prevendrá las rozaduras de las ingles y de las nalgas, ya que son zonas en las que se acumula el sudor.
A la hora de evitar los roces de las axilas, en el caso de las mujeres, los sujetadores tienen que ser deportivos y han de quedar correctamente ajustados. En cuanto a las camisetas, es mejor si son de tejidos resistentes, pero que no lleven costuras que se puedan clavar en la piel.
Para los roces de los talones, lo más adecuado es optar por unas buenas deportivas que se ajusten al pie desde el primer momento. Lo ideal es comprarlas por la tarde, ya que al final del día los pies se encuentran más hinchados. Además, a la hora de probarlas es importante que se lleven los calcetines que suelen emplearse en el entrenamiento.
Intentar que la piel esté lo más seca posible
Tanto cuando se trata de prevenir las rozaduras como para curar las posteriores heridas, es importante que la piel esté lo más seca o lubricada posible. Por este motivo, es importante utilizar polvos de talco y desodorantes. Hay en determinadas zonas del cuerpo donde es difícil mantenerlas secas.
En este caso se puede optar por utilizar productos que creen una capa de protección para la fricción, como vaselinas o barras de crema protectora. Si se va a optar por utilizar este tipo de productos, se tiene que evitar los perfumes o ingredientes que puedan dañar la piel.
Para mantener la epidermis lo más seca posible y evitar el sudor excesivo también conviene hacer deporte en lugares que estén bien ventilados. Otro aspecto crucial es evitar sitios en los que se acumule la humedad. Si se tiende a sudar mucho, se puede valorar la opción de cambiar de ropa a mitad del entrenamiento.
Cómo curar las rozaduras cuando ya han aparecido
Si a pesar de haber seguido los consejos previos, han aparecido roces en la piel, hay que seguir una serie de consejos básicos. Hacer deporte de una forma adecuada ayudará a evitar la formación de heridas y de cicatrices.
Lo mejor es intentar cambiar la equipación llevando prendas más holgadas, pero que protejan la zona. También es buena idea descansar del deporte hasta que el aspecto del roce mejore. Si la rozadura progresa de una forma lenta, siempre se pueden aplicar productos en el área. Es necesario tener mucho cuidado para intentar acelerar su cicatrización.
Aplicación de productos
Se pueden aplicar distintos aceites que contengan vitamina A y D. El aceite de coco, el áloe vera o la manteca de karité son eficaces. Se recomienda aplicarlos antes de ir a dormir, ya que durante la noche no va a haber roce y la piel se regenera más rápido.
Si se nota la zona muy caliente y la inflamación ocasionada por la fricción no baja, se deben aplicar compresas de frío o hielo. Esto es algo beneficioso para acelerar el proceso de curación. También es recomendable evitar el uso de jabones o cremas que contengan alcohol o perfumes que puedan causar más irritación en la piel empeorando las heridas.
Por último, en caso de que los remedios caseros y los cuidados anteriores no surtan efecto, será necesario consultar con un especialista. Si no se toman medidas, se pueden formar heridas que se pueden infectar. En la mayoría de las ocasiones basta con una visita al médico de atención primaria o a un dermatólogo.
Estos son los remedios caseros y consejos que más se recomiendan para prevenir las rozaduras y las soluciones que se pueden aplicar. A la hora de poner en práctica los cuidados, hay que tener en cuenta la zona y las dimensiones para prestar especial atención a la parte afectada.